Hubo un día en que los Dioses estaban formando en barro a todos los animales e insectos de la tierra, de pronto se les acabo el material y decidieron seguir con una piedra de jade, moldearon una pequeña y fina flecha, le dieron vida y al instante salio volando, así se formo el colibrí, era bello en todos los sentidos, el sol hacia que sus plumas brillaran, pero el hombre lo quiso atrapar y los Dioses se enojaron diciendo que si alguien lo atrapaba, entonces el colibrí moriría, desde entonces nunca nadie se atrevió a intentarlo, solamente se les deja volar tranquilamente, cuando pasaba un colibrí los mayas decían XEEN(¡anda ve!) y los dejaban hacer su trabajo en paz, permitiendo a los hombres admirar su belleza y rapidez.