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Bebidas ancestrales, el Colonche del desierto

     La bebida es pariente de la alegría y El Estado de San Luis Potosí es el corazón del Mezcal, el Colonche, el Pulque y la Cerveza.

San Luis es dueño de una vasta cultura asociada a la producción y consumo de bebidas espirituosas que han trascendido fronteras y acompañado a los potosinos a lo largo de varios siglos, y en la frecuencia de rescatar cada una, empezaremos con el colonche, que hoy está en peligro de extinción.

 

     Su historia se remonta a las épocas prehispánicas su nombre tiene dos orígenes “colonche” viene del Náhuatl “coloa”, que significa encorvar, por su efecto embriagante, los Aztecas lo nombraban “nochoctlli “del nahuatl nochtli “tuna” y octli “vino”.

     Los pueblos del norte, conocidos en conjunto como Chichimecas y conformados por pueblos como los guamares, pames, otomíes tepeques, cazcanes, zacatecos y guachihiles, quienes ocupaban la extención territorial más grande, tenían a las tunas como una de sus principales fuentes de alimentación y la especie “cardona”por su color rojo nos hace suponer que tenía cierto simbolismo y grado ceremonial para los guachichiles, que usaban el color rojo como distintivo entre los demás pueblos de mesoamérica, pintaban de rojo su cabello, usaban plumas rojas en sus tocados y llevaban bonetillos de cuero pintados de rojo; la palabra “guachichil” significa “cabeza roja”

 

 

     La guerra contra los Chichimecas fué la más larga y tal vez la más sangrienta que tuvieron que librar los españoles al intentar extender sus dominios en el siglo XVI. Las bebidas espirituosas se ingerían por los pueblos chichimecas de forma ritual previo a iniciar las batallas contra sus enemigos, el colonche, mezclado con hierbas y raíces, principalmente el peyote, se mezclaban como elixir de guerreros.

 

     

     En la actualidad ésta bebida espirituosa ha perdido popularidad, sin embargo hay productores que confían en la permanencia y trascendencia del colonche por sus bondades  y distintivo sabor, de aroma fresco, ligero y una consistencia viscosa.  Esta bebida de color rojo intenso, es gaseosa y alcohólica, está preparada a base de pulpa de tuna cardona, fruto del nopal, que al fermentarse obtiene un sabor agridulce sinigual.
     Su grado del alcohol depende del reposo que se le da a la bebida. Cuando está recién elaborada puede consumirse hasta por los más pequeños. Pero con el tiempo, puede alcanzar hasta los 26 grados de alcohol.

    

 

     El proceso de elaboración no ha cambiado en cientos de años, el cual inicia con la pizca de tunas cardonas que se recolectan en los diversos montes de los municipios pertenecientes al Altiplano Potosino, Aguascalientes, Zacatecas y Guanajuato, se quitan las espinas, se pelan, para enseguida exprimirse y se cuelan a través de un cedazo de ixtle o paja para eliminar las semillas. El jugo se hierve durante dos o tres horas y se deja reposar para que sufra la fermentación espontánea. En ocasiones se agrega un poco de colonche viejo, pulque, mezcal o cáscaras de la misma tuna para acelerar la fermentación.   

 

      Uno de sus inconvenientes es que sólo se puede consumir en temporada: de julio a octubre, y su preparación está en desuso, el rescate de ésta tradición es el rescate de parte del patrimonio cultural intangible de San Luis.

¡Vámonos a probar colonche!