Rapel en la Cascada de Tamul
El rapel es una actividad que consiste en descender, por medio de un sistema de cuerda y equipo especializado, altura y lugares que de otra manera seria imposible. es parte esencial de otros deportes como la escalada, la espeleología, el montañismo y alpinismo.
Dentro del turismo de aventura, el rapel ha sido una herramienta indispensable para poder explorar las maravillas de la naturaleza y ponerlas al alcance de los viajeros que buscan conocer lugares escondidos entre las grandezas de los bosque, selvas y desiertos, y que además quieren dar un extra a sus paseos con algunos momentos de adrenalina, convivencia y aprendizaje.
En la Huasteca Potosina existen muchos sitios para practicar el rapel. En primer lugar, por su belleza reconocida a nivel mundial, esta la cascada de Tamul, en el municipio de Aquismón.
La cascada se forma por la caída de 105 metros del río Gallinas en el Rio Santa María. Juntos hacen el Río Tampaón, repleto de admirables paisaje selváticos en los que resalta el colorido contraste de la vegetación con el azul turquesa del agua.
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La exuberante vegetación, la fuerza del agua y el imponente cañón hacen que practicar el rapel una un lado de la cascada sea una experiencia inolvidable.
Para practicar rapel en Tamul es indispensable hacerlo a través de una empresa especializada en turismo de aventura, pues sólo así podrás encontrar la seguridad necesaria para este descenso.
Es muy importante que los guías conozcan bien el lugar, que tengan certificado de dominio del rapel y posean experiencia y equipo adecuado.
LA VIVENCIA
Para llegar a la parte alta de la Cascada de Tamul es necesario contratar una touroperadora, la mayoría de ellas están establecidas en Ciudad Valles o Xilitla, San Luis Potosí; ambos lugares tienen hoteles y los servicios que necesitas.
Alrededor de las 8:00am los guías pasan a recogerte a tu lugar de hospedaje, después de una hora de camino llegamos a un costado del río Gallinas, para caminar unos 800 metros entre veredas selváticas y pozas formadas por el río. Después de ponernos nuestro equipo nos dan una plática introductora de su uso y cuidado.
Y a descender se ha dicho! La emoción de descenso y la perspectiva del paisaje a un lado de la cascada, aunque sólo duran unos minutos permanecen siempre en la memoria y el corazón.
Para completar esta actividad, subimos a unas pangas para navegar río abajo, visitamos “La cueva del agua”, un paraje a un costado del Rio Tampaón donde hay un nacimiento de agua escondido en una cueva.
Al final del recorrido llegamos a comer a Tanchachín, comida típica y casera de la región.